Resulta cada vez más frecuente la necesidad de reclamación por servicios no contratados de telefonía. Como consecuencia del uso prioritario del teléfono móvil —que se ha convertido en protagonista necesario e indiscutible  en la vida cotidiana—, en ciertas ocasiones nuestra factura de télefono móvil se ve incrementada por importes y conceptos que desconocemos cómo se han generado.

Esto conduce a la reclamación por servicios no contratados de telefonía por parte de los clientes a las correspondientes operadoras, teniendo en cuenta que cada vez más, es nuestro terminal telefónico y no el ordenador, nuestro instrumento de contratación.

El principal motivo es el pago de servicios a terceros con nuestro desconocimiento y sin consentimiento previo. ¿Quién no ha sufrido los llamados SMS, o los servicios de información, o las distintas formas de pago a terceros en la factura, entre otros muchos?

¿Cómo debemos actuar frente a estos atropellos? Indudablemente hay compañías que actúan con bastante seriedad y rigor, como es el caso de la compañía telefónica española Movistar que nos informa puntualmente en su web y así podemos estar al tanto de toda la información.

Cuando detectemos unos servicios suministrados por la  operadora que no sea de fiar debemos de causar baja en todos estos servicios, que en muchas ocasiones están dados de alta por defecto y que, seguramente, ni hemos sido informados de esa circunstancia, ni los hemos contratado.

El problema radica en que, al no englobarse dentro de un servicio de telecomunicaciones propiamente dicho, el cliente pierde los derechos que recoge la normativa sobre tarificación adicional, produciéndose un vacío legal, y quedando así a expensas de prácticas fraudulentas y engaños.

Debemos permanecer atentos y sospechar, si observamos que nuestra factura de teléfono ha sido “engordada” y, en cualquier caso, ponernos en contacto con nuestra operadora móvil para realizar la correspondiente reclamación a través del servicio de atención al cliente o de reclamaciones y obtener así la desconexión de los servicios que no interesan.